En los últimos años, las aplicaciones de citas como Tinder, Bumble, Meetic o Grindr, que revolucionaron la forma de conocer personas, están experimentando un notable declive en popularidad y uso. Diversos indicadores evidencian que estas plataformas enfrentan desafíos que afectan tanto a sus usuarios como a su modelo de negocio.
Caída en el uso y valor de las aplicaciones
Durante 2024, Tinder y Bumble perdieron más de 17 millones de usuarios a nivel mundial, una cifra significativa que refleja un desinterés creciente por estas aplicaciones. Esta tendencia se refleja también en la caída de su valor bursátil: la empresa matriz de Tinder, Match Group, pasó de una valoración de 47.000 millones de euros en 2021 a apenas 7.700 millones en 2024. Además, Tinder ha reportado ocho trimestres consecutivos de disminución en usuarios de pago, un síntoma claro de la crisis que atraviesan estas plataformas.
Fatiga emocional y desencanto de los usuarios
Uno de los factores más destacados para este declive es la fatiga mental que experimentan sus usuarios. Una encuesta de Forbes Health reveló que el 78% de las personas que usan apps de citas sufren agotamiento emocional, siendo las mujeres las más afectadas con un 80%. La saturación de perfiles superficiales, las interacciones impersonales y la frustración por la falta de conexiones genuinas están llevando a muchos a abandonar estas plataformas. La Generación Z, en particular, muestra un claro desencanto y prefiere métodos más tradicionales para conocer personas, buscando relaciones auténticas y profundas.
Retorno a formas tradicionales de conocer personas
Como respuesta a este desencanto, han resurgido iniciativas que promueven el encuentro cara a cara y las conexiones personales reales. Eventos presenciales para solteros, como cenas secretas o encuentros de «slow dating», han aumentado un 51% en popularidad durante 2024, con una mejora notable en la calidad de las interacciones. Proyectos innovadores, como «The Pear Ring» —un anillo que indica la disposición a conocer personas—, están ganando terreno al facilitar interacciones espontáneas y auténticas en la vida real.
Limitaciones de la inteligencia artificial en las apps
Aunque las aplicaciones de citas han incorporado tecnologías como inteligencia artificial para mejorar la experiencia —incluyendo filtros para detectar perfiles falsos o recomendaciones personalizadas—, también enfrentan problemas. La proliferación de bots y programas que generan conversaciones artificiales compromete la autenticidad de las interacciones, una preocupación creciente entre los usuarios.
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