Hormonas y Enamoramiento

El enamoramiento podríamos decir que es un comportamiento dirigido por completo por el cerebro y por la química de nuestro organismo.

Son cuatro las hormonas que intervienen en el enamoramiento:

OXITOCINA

Es la hormona del amor, se produce en el hipotálamo y es responsable del amor y la atracción sexual, potenciando las relaciones sociales y la generosidad.

Es la encargada de incrementar las ganas de abrazar y tocar al otro, nos ayuda a establecer relaciones de confianza, a creer en la persona de manera incondicional, a imaginar un futuro juntos, además potencia el cariño y el querer vincularnos con el otro, esta descarga hormonal influye en la creación de los apegos personales.

ADRENALINA

Nos afecta directamente, es la responsable de las taquicardias, de las mariposas en el estómago, de la pérdida de apetito. Se encarga de que la persona sólo tenga ojos para el enamorado.

DOPAMINA

Es la hormona del placer, está involucrada en las adiciones y se encarga del circuito de la recompensa y del placer; durante la fase de enamoramiento se libera una gran cantidad de esta sustancia, y es lo que hace que queramos volver a sentir y a ver una y mil veces a esa persona para repetir esa experiencia placentera, nos volvemos adictos a como nos sentimos cerca del otro.

SEROTONINA

Es la hormona de la felicidad, está muy relacionada con el apetito, la libido alta y la sensación de energía inagotable y de disfrute

Las hormonas y la biología juegan un papel muy importante en la elección, condicionando el comportamiento de los enamorados, pero esa revolución hormonal disminuye al cabo de unos meses y se estabiliza, dando paso a los sentimientos, la voluntad, el compromiso, los que permiten que la relación funcione

La fase de deseo del uno por el otro, de atracción, del Eros, deja paso a una relación más estable, al amor romántico, el amor aparece cuando desaparece el enamoramiento, esa serie de reacciones químicas, en el amor verdadero entran en juego más factores, como las creencias y los valores orientados al compromiso y la estabilidad en la pareja. Sólo cuando la base es sólida se pasa a la siguiente fase como bien explica Helen Fisher, antropóloga y bióloga estadounidense, el deseo de vivir una relación consolidada, con un vínculo y un compromiso.

Si lo que queremos en una relación que perdure en el tiempo la clave está en saber elegir a la persona, poner en acción la razón que nos ayuda a seleccionar un perfil que esté acorde con nuestra manera de ver la vida, desde los distintos puntos de vista, ideológico, social y cultural.

En Uniti conectamos corazones con razones afines añadiendo al Heahunting sentimental la I.A. para establecer el grado de compatibilidad a través del estudio de la personalidad y estilos de amor.

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